“La balada de Jack el Negro”, un cuento de piratas
“Juró no servir nunca más a ningún Dios,
nunca rendirse ante ningún hombre y pagar
su deuda con el diablo”
Salió de la editorial americana llamada Crossgen, que ya cerró. Los cómics que publicaba tenían un estilo clásico, pertenecían a diferentes géneros (terror, ciencia ficción, fantasía, aventuras…), estaban en general bien escritos y contaban con dibujos atractivos. Sin embargo no contaron con el favor de los lectores, acostumbrados a personajes más famosos, dotados de superpoderes y vestidos con mallas ajustadas. La editorial al cerrar, dejó un fondo de publicaciones nada desdeñable que fue posteriormente adquirido por Disney. Precisamente esta multinacional ha comenzado a reeditar diferentes series de Crossgen, rescatándolas del olvido para volver a ser disfrutadas por el esquivo aficionado que tan remiso es a probar el sabor de otros géneros.
Entre esas series hay una que trata de piratas, género que ha resucitado gracias a películas como Los Piratas del Caribe, y que se titula El Cazador. Y más concretamente dentro de este título había un especial titulado La balada de Jack el Negro, que contaba con los guiones de Chuck Dixon (como en la serie principal) y los dibujos de Sergio Cariello (en la serie principal el dibujante era el inspiradísimo Steve Epting).
En este cómic se nos contaba la horrible historia del pirata llamado Jack el Negro, que en sus orígenes fue un clérigo (igual que el Doctor Syn, famoso personaje de ficción que era vicario de día y pirata de noche), casado con una bella mujer, que se embarca al nuevo mundo con la finalidad de extender la palabra de Dios entre los indios.
Thomas (su verdadero nombre) resulta ser un fanático y un intolerante que impone autoritariamente su única fe a los habitantes de una isla caribeña. De esta manera crea una congregación en la que entran a formar parte algunos indígenas que habitan la isla junto a su propia prole. Sin embargo los acontecimientos derivan en un enfrentamiento con los indígenas no adaptados que da lugar a una sangrienta venganza en la que Thomas pierde a su mujer e hijos y se transforma en un sanguinario pirata mediante un pacto con el diablo.
Estamos ante otro cuento, en este caso de piratas, en el que aparecen los típicos elementos de este tipo de historias de pactos con el diablo, venganzas, personajes malditos…; en este sentido nada nuevo, eso sí, bien contado, con un Chuck Dixon solvente, directo, sin concesiones. La novedad más bien reside en retomar en el cómic actual un género que tiene muchos ejemplos clásicos (Aguila Azul, Terry y los Piratas, el Cachorro,…), pero que desgraciadamente ha caído en el olvido.
Y es que resulta interesantísimo el relato de un hombre que sirve a Dios para servir posteriormente al diablo, en una transformación provocada por su intolerancia y su fanatismo, que da lugar a una nueva encarnación ligada a todo lo que representan los piratas como el romanticismo y la libertad. En definitiva, la contraposición entre el rol del servidor de la religión como elemento catalizador de un sistema social, frente al mayor representante del antisistema: El Pirata.
El dibujo a cargo del brasileño Sergio Cariello sigue la escuela de Joe Kubert, teniendo ese estilo clásico y tan adecuado para el cómic de aventuras, que resulta totalmente apropiado para narrarnos este breve cuento de piratas. Por supuesto, ni este cómic, ni la serie principal, El Cazador están publicados en España; esperemos que con la adquisición de los derechos de Disney por Planeta, decidan editarlos.
Ficha técnica: El cazador, The Bloody Ballad of Blakjack Tom – Guión: Chuck Dixon, Dibujo: Sergio Cariello – Editorial : Crossgen – Año de publicación USA: 2004
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